Restaurante Bellinghausen
El Bellinghausen original de la Zona Rosa fue uno de los más emblemáticos restaurantes de la capital de las últimas décadas del siglo XX. Su fundación se atribuye a la época revolucionaria, por ahí de 1915. Se congregaba ahí el quién es quién de la vida nacional durante décadas. Además de ser centro de reunión, su estilo de cocina internacional salpicado de clásicos locales y servicio dio pie a toda una corriente restaurantera en la capital. Visite el parque Arturo Mundet, el Odeón, Los Canarios, el Altamira, el Atalaya, propios y extraños, y rápidamente notará las semejanzas.
Hace no mucho empezó a utilizar su nombre y estilo en otros restaurantes de la ciudad y abrió uno con éste en Santa Fe. De todos conocido que este suburbio se ha vuelto destino de muchas repeticiones restauranteras. De ahí que no pudiera faltar este emblemático comedor.
Bien localizado en un área menos concurrida de la aglomeración suburbana en los antes basureros y ahora sobrevaluada y caótica zona multiusos mejor conocida como Santa Fe, este amplio y bien puesto local cuenta además de los espacios en dos pisos con una atractiva terraza donde se puede estar un buen rato sin tanto trajín.
El trato y servicio fue bien heredado, y es uno de esos restaurantes donde el comensal es atendido directa y cómodamente. Aquí no hay meseros con desdén, sino profesionales que entienden las diferencias entre los que asisten. En un domingo, lleno de familias, las mesas grandes y repletas de infantes fueron comprensivamente servidas y la terraza un lugar de distracción. Entre semana, más formal y de negocios, derrochó eficiencia y discreción. Toda una escuela.
Lo clásico sigue siendo la comida. Recibidos con unas miniempanadas de jaiba y guacamole, se abrió el apetito rápidamente y procedimos con gusto a recordar decenios del Bellinghausen.
Para empezar, la extensa carta de especiales nos dio una Garra de León fresca con unos chorizos en cidra. De la mano y muy recomendable vino unos camarones clásico cocktail marinera pero de gran sabor. Comida internacional y local clásica de los 60.
Después el pescado Rodrigo, este simple pescado blanco con salsas negras, rociado de aceite, de la mano con cebolla y cilantro siempre es delicioso para taquear. Aunque la receta ha sido imitada en muchas ocasiones, por alguna razón este es de los mejores de la ciudad. Imperdible.
Otro gran acierto es el sencillo pero reconfortante consomé de pollo con arroz o bien este último cubierto por un huevo estrellado. Estos caseros pero efectivos platillos nos recuerdan a los que comemos con frecuencia fuera que hay lugares donde no todo tiene que ser pesado y sofisticado para ser bueno. Muchos revisores aprecian estos elementos de la carta.
Pero también apreciamos los excelentes pescados y carnes. Aquí destacan además del Rodrigo que antes platicamos, unos camarones a la veracruzana de primera. De lo segundo, el gran clásico del lugar es el filete chemita. Este es un filete a la plancha bañado en mantequilla y su jugo, con un contorno de puré de papa y cebolla frita. Nadie puede decir que fue al Bellinghausen y no pedirlo.
La carta de vinos está llena de muchos clásicos de vino de mesa, pero siempre de diferentes tipos de cata, no muy extensa pero efectiva.
Para terminar, la charola de postres. Aunque los merengues fueron muy bien recibidos, no deje de combinarlos con el pie de coco, delgado y húmedo en almíbar será un gran final a esta comida de carta internacional que sigue siendo una de las más socorridas de la ajetreada capital.
Al final es una de las opciones más francas y caseras en la zona de los basureros, sin pretensiones y muy bien puesta a muchos revisores nos hace volver por su confiable consistencia.
Av. Santa Fe 443, Interior A
Col. Santa Fe
Tel. 5292-6986
Restaurante Suntory
En un ambiente elegante y moderno, usted puede disfrutar de exquisitos platillos como sushi, sashimi, tempura, entre otros, además del exquisito Teppanyaki que es la especialidad de este lugar.
Puedes probar desde los platillos mas tradicionales japoneses hasta mezclas mexicojaponesas.
El restaurante tiene una decoración interior exótica y hermosos jardines que lo transportan al mundo del tradicional encanto japonés.
Torres Aladid 14
Col. Del Valle
5202 4711
